viernes, 28 de diciembre de 2012
THE FLYING LIZARDS - THE FLYING LIZARDS
Entre los comienzos del techno-pop y la experimentación se mueve este grupo avant-garde denominado The Flying Lizards con David Cunningham al frente.
¿Exploradores? ¿Locos? ¿Dadaistas? ¿Provocadores? Su música es, cuanto menos, asombrosa y más para la época, 1979.
A muchos os sonará la ya archifamosa "Money" que parece hecha con ruidosas baterias de cocina o con cubos de la basura metálicos.
Este álbum tiene de todo: rock, pop, sonidos neo-kraftwerianos pero todo reducido a la terrible parodia de un minimalismo con cierto humor y cierta mala leche.
Para colmo, Deborah Evans canta con una desgana y una apatía tremendamente simpática ( más parece una locutora de telediario que una cantantante ) lo cual se acentúa aún más en su álbum de 1984 "TOP TEN" en el cual versionean clásicos del rock con una apatía exacerbada. Y no crean, es difícil cantar sin sentimiento, como si lo leyeras en ese momento. Esto, quizá, es lo que más me gusta del grupo.
Pero para los que no han escuchado nunca el álbum os advierto que el primer tema es como si la cantante se desmadrara por momentos poniendo voz en falsete.
El trabajo es intencionadamente lo-fi e incluso hay canciones que se oyen así como muy bajitas o mal. Todo está controlado y minimalizado. Ahora sí, rompe con los esquemas porque lo que vas a escuchar te va a dejar boquiabierto aunque no te guste.
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Sí, es cierto, siempre me sonaron fríos, fríos. Y siempre me gustó la desgana total de su cantante que, supongo, era premeditada.
ResponderEliminarTengo Top Ten y la verdad es que descolacan mucho.
Sí que fueron una anomalía dentro del Pop y más anomalía que lograran entrar en los charts ingleses.
Eso pasaba antes, aunque suene a viejo chocho.
Saludos sintéticos.
¡Oh! Qué grandes, jaja. Fue pura casualidad que buscara en internet cosas de este grupo, ya que en el libro donde leí sobre ellos se los presentaba escuetamente como un grupo comercial a la moda de la época, orientado al baile y poco más («Historia del rock», editado en fascículos por el diario El País en 1988). Sin embargo, cuando los escuché dije: «¿Y estos del País de qué van?», porque realmente no tenían nada de convencional.
ResponderEliminarLo cierto es que los primeros momentos de este disco no tienen mucho que ver con lo que sería el sonido característico de The Flying Lizards –es una opinión–, con la voz apática de Deborah Evans al frente. Sin embargo, ya en «Money» apreciamos por dónde van a ir los tiros. Esto no quiere decir que los dos temas que abren el álbum no me parezcan estupendos, el primero por humorístico/dadaísta y el segundo por misterioso (por cierto, «Mandelay Song» me recuerda desde la primera vez que la escuché a una de esas canciones rusas al estilo de «Katiuska», no sabría decir exactamente por qué).
«Top Ten» me parece una muy buena parodia de todo ese revivalismo rocanrolero que había en su época. Quizás por eso podría relacionarlo con «Music For Parties» de Silicon Teens –también muy bueno–, aunque cada cual en su propio y muy diferenciado estilo. Y, ya que menciono «Top Ten», pues no me voy a olvidar de «Fourth Wall», que tampoco tiene desperdicio y, en mi opinión, es el más «synth-pop» de los tres trabajos.
Chorby: ahora también aparecen de vez en cuando anomalías en las listas. Por ejemplo, que una banda como Muse –cuyo sonido, a pesar de ser rock/pop, no es muy frecuente que digamos– llene estadios sí que es algo anómalo (y, en mi opinión, positivo).
Un disco muy interesante, Atom, gracias por compartirlo ;)
Personalmente me quedo con "Top Ten".
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